viernes, 26 de junio de 2009

5. ¿Cómo hacer un Cómic?

El Tema
Decíamos que el tema es “la idea sintética a ser desarrollada por la historia narrada” (Tamayo). Pues bien esa idea tiene dos características:
1. Por su brevedad, puede ser origen de muchas historias diferentes.
Ejemplo:
Tema:
“El héroe rescata a la víctima”
Historias posibles:
- Un comando rescata a la hija del presidente.
- Un detective rescata a un científico secuestrado.
- Un bombero logra rescatar a un turista caído en un barranco.
- Un soldado rescata a sus compañeros prisioneros del enemigo.
- Un policía espacial logra regresar a la tierra a un científico secuestrado por alienígenas.
Como se puede ver, el tema no cambia; pero sí las historias.
Otro ejemplo:
Tema:
“En busca del objeto perdido (o necesitado o deseado)”
Historias posibles:
- El héroe va en busca del antídoto milagroso para salvar una vida.
- El héroe va en busca de su padre a quien creía muerto.
- El héroe va en busca del tesoro de los Incas.
- El héroe va en busca del elíxir de la juventud.
- El héroe va en busca de recuperar su honor.
Como se puede ver, el tema “da pie” para crear muchas historias y ayuda mucho para crearlas.

2. Enmarca las acciones de los personajes para que se ajusten al motivo de la historia. Esto ayuda a darle un sentido a la historia y no “irse por las ramas” para, finalmente, no llegar a nada claro.
Cabe decir, finalmente, que no necesariamente se crea un cómic empezando por la idea. A veces, la historia se la concibe ya en su generalidad y de allí se define recién el tema (idea sintética) para dar una base a la historia.

Enrique

miércoles, 3 de junio de 2009

4. ¿Cómo hacer un Cómic?


Tema, Historia, Trama, Argumento y Guión

Decíamos que “Hacer un cómic es, antes que nada, contar una historia”. Pues bien, la historia que se cuenta parte de un tema (idea); este tema se desarrolla en la historia, la cual, provista de trama, se convierte en argumento. Finalmente, del argumento se hace el guión, para facilitar al dibujante la narración gráfica.
Como se puede ver, la narración tiene varios elementos a considerar y pasos a seguir para contar la historia que se quiere narrar.
A un historietista experimentado lo dicho le puede parecer ya sabido y por lo tanto innecesario decirlo, debido a que cuando se hace un guión, muchos siguen esos pasos de manera intuitiva, dado que en la mayoría de casos se tiene talento para hacer un guión sin necesidad de consultar sus aspectos teóricos; particularmente me pasa a mí. Sin embargo, en atención a muchos amantes del cómic que desean incursionar en la producción del mismo les será de mucha utilidad saber estas cosas y otras que diremos más adelante, para hacer un cómic que presente los elementos que le permitan hacer una buena historia.
Antes de explicar cada uno de estos elementos, dejaré sentado los conceptos básicos sobre cada uno de ellos.
El tema es “la idea sintética a ser desarrollada por la historia narrada” (Tamayo).
La historia es el conjunto de elementos (personajes, acciones, contexto situacional ambientes) que desarrollan el tema o idea original.
La trama es el conjunto de hilos narrativos que dan coherencia a la historia y la proveen de la intriga necesaria para mantener la atención del lector, provocando no sólo pensamientos sino también emociones en el lector. La trama estructura la historia y le provee de ritmo narrativo.
El argumento no es sino la historia provista de trama.
El guión, finalmente es el argumento que contiene las indicaciones necesarias para dibujar, señalando los encuadres, planos, ángulos de visión, acciones de los personajes, expresiones de los mismos, globos, etc., que permitirán hacer la parte gráfica del cómic.
Hasta aquí, la presentación del tema, la historia, la trama, el argumento y el guión. En artículos posteriores desarrollaremos cada uno de ellos.
Enrique

viernes, 22 de mayo de 2009

Nuestro Superhéroe Peruano


Publicamos el cómic de 4 páginas que presentamos al 2do. Concurso de Cómics: “Buscando al Superhéroe Peruano”, organizado por el diario Perú 21.
Esperamos les guste.










¿Por qué LARCOMAN?
- Pidieron que sea peruano y Larcomán lo es: es miraflorino; Miraflores está en Lima y Lima en el Perú. Queríamos romper la tendencia a identificar lo peruano sólo con lo andino. Ese fue el origen de la idea.
- Su motivación para ser superhéroe no es una experiencia traumática, sino el deseo noble de servir al prójimo de la manera como él cree poder hacerlo.
- “El hombre de Larco” (Larcomán) es un superhéroe espontáneo que irá adquiriendo poco a poco una personalidad más definida sin perder por ello su naturalidad y sin que la historieta pierda el humor con que se la ha querido caracterizar.
- Larcomán es un súper héroe serio por sus convicciones y acciones, pero no está totalmente estereotipado.
- En la continuación de la historieta se verá cómo adquiere superpoderes.
- Creemos que Larcomán es una propuesta válida, al igual que otros cómics que han presentado sus superhéroes con criterios distintos al nuestro.

Patrick y Enrique

3. ¿Cómo hacer un Cómic?


Inventiva, Arte Narrativo y Arte Gráfico
La inventiva es la capacidad y disposición para inventar una historia. Es éste el primer elemento necesario para hacer un cómic.
Pero la mente humana no crea de la nada. El creador del cómic tendrá que sacar sus ideas de su propia experiencia: lecturas, películas, estudios, anécdotas de su propia vida, etc. Además, el creador debe ser una persona medianamente culta si acaso quiere hacer una buena historia. Esto no debe asustar al adolescente que quiere iniciarse en el cómic; sus estudios escolarizados son suficientes para construir una historia, pero debe convencerse que para hacer una historia debe profundizar en los elementos característicos del género de su historieta, así como de la psicología del lector a quien quiere dirigirse. Por ejemplo, una misma historia de superhéroes podría construirse de una manera simple y directa cuando se dirige a niños; y de una forma más compleja si se dirige a adultos. Asimismo, se debe tener un conocimiento básico sobre temas que son propios de este género, como tipos de superpoderes, teletransportación, mundos paralelos, algo de astronomía, experimentos genéticos, etc. Buscar esta información en internet ayuda mucho.
Pero no basta con tener la idea, es necesario hacer el guión del cómic, es decir, el desarrollo de la historia, de principio a fin. En esta etapa se conjugan la inventiva con un segundo elemento: el arte narrativo. Éste consiste en la habilidad para hacer una historia que tenga coherencia, sea fluida, mantenga el interés del lector y, sobre todo, sea creíble. Si bien esta habilidad es innata, no por eso debe desestimarse el aprendizaje del arte de la narrativa: la Literatura y las Ciencias de la Comunicación pueden alcanzarnos conceptos y técnicas importantes para el desarrollo de nuestra historia. En este blog, daremos algunos alcances.
El arte gráfico, finalmente, es el tercer elemento del cómic. Y lo artístico del dibujo (dentro del cómic) no se encuentra solamente en la belleza o calidad que pueda dársele a los dibujos de cada viñeta, sino en la capacidad que tenga de significar la parte de la historia que se está contando. En esta parte de la elaboración del cómic, entran temas como el encuadre, los planos, el ángulo de visión, el uso de globos, efectos, color, etc. todos ellos propios de lo que es un lenguaje visual, del cual también nos ocuparemos en este blog.
Para terminar, debemos recordar que para que nuestro cómic refleje realmente su categoría de noveno arte debemos cuidar bien cada elemento del mismo de manera tal que produzca en el lector una emoción estética que sea fruto de una historia bien contada.


Enrique

lunes, 18 de mayo de 2009

2. ¿Cómo hacer un Cómic?


Ideas Preliminares
Escribo este artículo con el deseo de ayudar a quien desee incursionar en la creación de su propia historieta. En efecto, aunque todo el mundo sabe que un cómic es una narración gráfica, no son pocos los que, animados a crear uno, no aciertan del todo en su propósito. Y una de las razones, la principal de ellas, es que no se toma plena conciencia de que (parafraseando a Alfred Hitchcock): “Hacer un cómic es, antes que nada, contar una historia”. Y así, si bien es propio del cómic que haya dibujos, se olvida que estos dibujos deben ir dentro de una estructura narrativa. Si faltara ésta, o si fuera inconsistente, por más que los dibujos sean “espectaculares”, el cómic habrá fracasado como tal.
De lo dicho, cabe concluir que en el cómic no sólo hay que cuidar el dibujo sino, antes que él, la historia que se cuenta expresada en el guión. Justamente, en un concurso de cómics realizado el año pasado en la ciudad de Lima, el jurado hizo notar que muchos comics, a pesar de la buena calidad de sus dibujos, fueron descalificados a causa de un mal guión; es decir no tuvieron una buena historia. Dicho jurado recomendaba a aquellos dibujantes que no calificaron, que a futuro consigan quién les haga el guión; alguien que sepa darle a la idea una adecuada estructura narrativa.
Como segunda idea preliminar tenemos que en el cómic deben confluir tres elementos: inventiva, arte narrativo y arte gráfico. Hay casos en que los tres elementos se encuentran en una misma persona (el historietista tiene la idea, hace el guión y luego dibuja); hay otros casos en que el cómic es el producto de la acción conjunta de un guionista y un dibujante, siendo uno de los dos el autor de la idea; y un último caso, que podría darse, que el de la idea sea una persona y el guionista y el dibujante otras. Este último caso se da, de manera muy clara, cuando el cómic se basa en la vida de algún personaje histórico o de uno de ficción como, por ejemplo, las historias de Sherlock Holmes, personaje de Sir Arthur Conan Doyle.
Teniendo presente estas dos ideas preliminares, podemos pasar en el siguiente artículo a decir algo sobre los tres elementos del cómic.

Enrique

miércoles, 13 de mayo de 2009

1. El Cómic; de subcultura a noveno arte


Aún recuerdo aquella vez en que, estando en la librería de mis padres, entró un niño corriendo con la desesperación dibujada en su rostro. Traía entre las manos una gran cantidad de comics (“chistes” lo llamábamos en ese tiempo) que se los ofrecía en venta a mi mamá, para evitar que su padre, quien venía persiguiéndolo, los eche a la basura o tal vez los queme. Mi madre, no queriendo involucrarse en aquel pleito, se negó a comprarlos. El niño salió, entonces, corriendo; y no llegamos a saber cuál sería el final de la historia. Aunque lo más probable era que aquellos “chistes” no entrarían más a la casa del niño.
Eran otros tiempo; tiempos en que los “chistes” (comics) eran producto de la subcultura; así eran considerados. No todos los padres veían con buenos ojos que sus hijos, en vez de estudiar, se entretuvieran leyendo cosas que no aprovechaban en nada. Los profesores de los colegios y de las universidades, así consideraban al comic: un producto por debajo de la cultura.
Pero los tiempos cambian; hoy en día el cómic es reconocido como arte: el noveno arte. Y aunque hay todavía quienes siguen mirando al cómic con desdén y no están de acuerdo con el título adjudicado, los estudiosos de la Comunicación han descubierto en él varios elementos que, en justicia, reclaman un verdadero reconocimiento como arte narrativo. Tal convicción explica cómo en 1995, cuando se cumplían los 100 años del cómic, una universidad prestigiosa de la ciudad de Lima organizó una exposición de las historietas (comics) más importantes de nuestro país, además de una conferencia sobre el tema; aunándose así a la celebración mundial por el nacimiento de este noveno arte.
Así, pues, el cómic ha pasado de ser considerado un producto de la subcultura a ser un verdadero arte, el noveno arte, capaz de producir emociones estéticas y comunicar concepciones culturales.

Enrique

miércoles, 6 de mayo de 2009